
REGLA OPTICA
Introducción
Un encoder lineal es un sensor, transductor con una escala codifica de posición. El sensor lee la escala en orden con el fin de convertir en una señal analógica o digital, que luego pueden ser decodificada en una posición de lectura digital (Digital ReadOut DRO). El movimiento puede ser determinado por el cambio de la posición en el tiempo. El encoder lineal incluye tecnologías de tipo capacitivo, inductivo, corrientes parasitas o de Foucault, magnéticas y ópticas. Dentro de los encoders ópticos tenemos las reglas ópticas que incluyen sombras, libre de imágenes y de interferometría.
Las reglas ópticas constan, en su forma más simple, de un cinta transparente con una serie de marcas opacas colocadas a lo largo equidistantes entre sí, de un sistema de iluminación en el que la luz es colimada de forma adecuada, y de un elemento fotorreceptor. El eje cuya posición se quiere medir va acoplado al disco transparente. Con esta disposición, a medida que el eje gire se irán generando pulsos en el receptor cada vez que la luz atraviese cada marca, y llevando una cuenta de estos pulsos es posible conocer la posición del eje.
La resolución de este tipo de sensores depende directamente del número de marcas que se pueden poner físicamente en el disco. Un método relativamente sencillo para aumentar esta resolución es, no solamente contabilizar los flancos de subida de los trenes de pulsos, sino contabilizar también los de bajada, incrementando así la resolución del captador, pudiéndose llegar, con ayuda de circuitos adicionales, hasta
100.000 pulsos por vuelta.
Aplicación:
Las reglas ópticas se utilizan en instrumentos de metrología y mecanizado de alta precisión que van desde herramientas digitales perforados para máquinas de medición de coordenadas.
Desventajas:
Las reglas ópticas pueden presentar problemas mecánicos debido a la gran precisión que se debe tener en su fabricación. La contaminación ambiental puede ser una fuente de interferencias en la transmisión óptica. Son dispositivos particularmente sensibles a golpes y vibraciones, estando su margen de temperatura de trabajo limitado por la presencia de componentes electrónicos.
Introducción
Un encoder lineal es un sensor, transductor con una escala codifica de posición. El sensor lee la escala en orden con el fin de convertir en una señal analógica o digital, que luego pueden ser decodificada en una posición de lectura digital (Digital ReadOut DRO). El movimiento puede ser determinado por el cambio de la posición en el tiempo. El encoder lineal incluye tecnologías de tipo capacitivo, inductivo, corrientes parasitas o de Foucault, magnéticas y ópticas. Dentro de los encoders ópticos tenemos las reglas ópticas que incluyen sombras, libre de imágenes y de interferometría.
Las reglas ópticas constan, en su forma más simple, de un cinta transparente con una serie de marcas opacas colocadas a lo largo equidistantes entre sí, de un sistema de iluminación en el que la luz es colimada de forma adecuada, y de un elemento fotorreceptor. El eje cuya posición se quiere medir va acoplado al disco transparente. Con esta disposición, a medida que el eje gire se irán generando pulsos en el receptor cada vez que la luz atraviese cada marca, y llevando una cuenta de estos pulsos es posible conocer la posición del eje.
La resolución de este tipo de sensores depende directamente del número de marcas que se pueden poner físicamente en el disco. Un método relativamente sencillo para aumentar esta resolución es, no solamente contabilizar los flancos de subida de los trenes de pulsos, sino contabilizar también los de bajada, incrementando así la resolución del captador, pudiéndose llegar, con ayuda de circuitos adicionales, hasta
100.000 pulsos por vuelta.
Aplicación:
Las reglas ópticas se utilizan en instrumentos de metrología y mecanizado de alta precisión que van desde herramientas digitales perforados para máquinas de medición de coordenadas.
Desventajas:
Las reglas ópticas pueden presentar problemas mecánicos debido a la gran precisión que se debe tener en su fabricación. La contaminación ambiental puede ser una fuente de interferencias en la transmisión óptica. Son dispositivos particularmente sensibles a golpes y vibraciones, estando su margen de temperatura de trabajo limitado por la presencia de componentes electrónicos.
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